Nutri-consejo n°21 - COME MÁS LEGUMBRE
La legumbre es un alimento fantástico y me propongo convencerte de por qué debes aumentar, y mucho, su consumo.
Estas son las razones:
- Son muy ricas en proteínas (por algo son la estrella de las dietas vegetarianas). Cierto es que esta proteína no contiene todos los aminoácidos esenciales, por lo que se la considera incompleta (con la excepción de la soja). Sólo tienes que completarla con el consumo de cereales en tu dieta (la patata del guiso, las tostadas del desayuno o el pan de la comida sería suficiente).
- También son ricas en hidratos de carbono complejos y en fibra dietética (oh, sí, la fibra, esa gran aliada de nuestra salud, ya lo vimos en el nutri-consejo n°11).
- Fuente importante de vitaminas del grupo B, calcio, fósforo y hierro.
- Diversos estudios científicos han demostrado que una dieta variada y rica en legumbres ayuda a bajar el nivel de colesterol "malo" en sangre, reduce el riesgo de cardiopatía isquémica y ayuda a prevenir el estreñimiento, las hemorroides y el cáncer de colon.
- Son muy baratas.
- Permiten su almacenamiento durante largos periodos de tiempo.
- Su huella medioambiental es infinitamente inferior a la de la proteína de origen animal. Y sin sufrimiento de seres vivos.
- Se cocinan de forma muy fácil, no hace falta que seas un gran chef. Incluso las puedes comprar ya cocidas (y siguen siendo más baratas que un filete).
- Hay muchísima variedad y son enormemente versátiles: guisos tradicionales, currys orientales, ensaladas, hamburguesas, humus... Incluso puedes hacer mousse de chocolate con una base de garbanzos cocidos. O brownie. Qué, cómo te quedas.
- Están riquísimas y como se pueden cocinar de mil maneras distintas se adaptan a los gustos culinarios de cualquier persona.
Si aún necesitas más razones dímelo que todavía puedo seguir con la lista... 😉
Estas son las razones:
- Son muy ricas en proteínas (por algo son la estrella de las dietas vegetarianas). Cierto es que esta proteína no contiene todos los aminoácidos esenciales, por lo que se la considera incompleta (con la excepción de la soja). Sólo tienes que completarla con el consumo de cereales en tu dieta (la patata del guiso, las tostadas del desayuno o el pan de la comida sería suficiente).
- También son ricas en hidratos de carbono complejos y en fibra dietética (oh, sí, la fibra, esa gran aliada de nuestra salud, ya lo vimos en el nutri-consejo n°11).
- Fuente importante de vitaminas del grupo B, calcio, fósforo y hierro.
- Diversos estudios científicos han demostrado que una dieta variada y rica en legumbres ayuda a bajar el nivel de colesterol "malo" en sangre, reduce el riesgo de cardiopatía isquémica y ayuda a prevenir el estreñimiento, las hemorroides y el cáncer de colon.
- Son muy baratas.
- Permiten su almacenamiento durante largos periodos de tiempo.
- Su huella medioambiental es infinitamente inferior a la de la proteína de origen animal. Y sin sufrimiento de seres vivos.
- Se cocinan de forma muy fácil, no hace falta que seas un gran chef. Incluso las puedes comprar ya cocidas (y siguen siendo más baratas que un filete).
- Hay muchísima variedad y son enormemente versátiles: guisos tradicionales, currys orientales, ensaladas, hamburguesas, humus... Incluso puedes hacer mousse de chocolate con una base de garbanzos cocidos. O brownie. Qué, cómo te quedas.
- Están riquísimas y como se pueden cocinar de mil maneras distintas se adaptan a los gustos culinarios de cualquier persona.
Si aún necesitas más razones dímelo que todavía puedo seguir con la lista... 😉
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