Nutri-consejo n°36 - HAMBRE EMOCIONAL
El hambre emocional ocurre cuando comemos por cualquier otro motivo que no sea el de alimentarnos, aunque muchas veces (la mayoría incluso) no seamos ni siquiera conscientes.
Esto ocurre porque este hambre no nace de una necesidad física sino emocional. Buscamos en la comida algo más que sus nutrientes. Buscamos amor, llenar un vacío, buscamos un premio, un castigo, comfort, compañía...
¿Sabes ese momento de ansiedad que sólo lo calman las patatas fritas?; ¿ese desengaño amoroso que lloras con un litro de helado?; ¿esa hamburguesa grasienta que te comes enfadada cuando no has conseguido perder el peso que querías pese al esfuerzo realizado?; ¿esos viajes a la nevera cuando estás aburrido?. Ahí lo tienes.
¿Cómo distinguirlo del hambre real?. Muy fácil, pregúntate si en ese momento que quieres comer algo te valdría una manzana. ¿No?. Pues no tienes hambre.
Hay estrategias que puedes aplicar si quieres evitar recurrir a la comida no saludable cuando tengas esos momentos (dime si te interesa saber más y te lo cuento bien en un artículo en el blog). Pero hoy me interesa más que identifiques esas situaciones y te pares a escuchar lo que tu cuerpo te está diciendo, el mensaje que intenta mandarte en forma de antojo. ¿Quizá es mucho estrés?. ¿Un trabajo que te hace infeliz?. ¿Te sientes solo?. ¿Arrastras pensamientos de no ser merecedora de felicidad desde tu infancia?. Escucha atentamente y pon el foco de acción ahí. Sólo así conseguirás sanar tu relación con la comida.
Aquí estoy si necesitas ayuda.
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