Helena Berenjena

Me preguntan mucho por esto, así que escribiré un post un poco más completo en el blog con mi opinión y mis sugerencias. Mientras, te dejo por aquí un pequeño resumen. En realidad lo mejor es que reduzcas el consumo de azúcar (y de cualquier endulzante) poco a poco para recuperar los sabores originales de los alimentos. El paladar se va acostumbrando y al final huirás de forma natural de los sabores muy dulces. Pero hay que tener paciencia para llevar a cabo este proceso y, seamos realistas, hay ciertas cosas (como un postre) que piden a gritos el sabor dulce. Así que te paso un listado de endulzantes de más a menos recomendados, con matices: - Fruta fresca. Por ejemplo para hacer postres (no para el café con leche, claro). Siempre que sea posible utiliza la fruta para endulzar de forma natural. Mejor si es de bajo índice glucémico, como frutos rojos, fresas o manzana. - Hortalizas dulces (más dulces si están asadas): no subestimes el poder endulzante de la zanahoria, la calaba...

El agua permite que se lleven a cabo todas las reacciones químicas del organismo y que se mantengan las funciones corporales. Y es que las células están compuestas en su mayor parte de agua, por lo que necesitan mantenerse hidratadas. ➡️ A nivel cerebral la falta de agua afecta nuestra concentración y memoria a corto plazo. ➡️ Combate el estreñimiento. ➡️ La tensión arterial se mantiene constante y en valores normales gracias a la presencia de agua. ➡️ Permite la eliminación de productos de deshecho y residuos a través del riñón. ➡️ Regula la temperatura corporal. ➡️ La mayor parte del músculo es agua, por lo que es muy importante para su correcto funcionamiento. También de las articulaciones. ➡️ La deshidratación produce sensación de hambre. Si alguna vez sientes un bajón de energía que atribuyes al hambre prueba a beber un vaso de agua antes que a comer lo primero que pilles. Igual te llevas una sorpresa 😉. ➡️ Beber agua desplaza el consumo de otras bebidas no recom...

Sí, has leído bien. Deshazte de ella. A menudo nos obsesionamos con el peso, con esa cifra mágica que queremos que aparezca en la báscula. Pero el peso "ideal" es tan relativo y engañoso, y depende de taaaantos factores... Muchos de ellos, además, fuera de nuestro control, así que lo único que vamos a conseguir es sufrir, frustrarnos o a veces llegar al peso deseado a costa de dañar nuestra salud o de empeorar nuestra distribución corporal (perdiendo masa muscular, por ejemplo). El peso depende de la edad, del sexo, de nuestra genética, del estado de nuestra flora intestinal, de las hormonas, de nuestro nivel de estrés, de la calidad y cantidad de horas de sueño, de la alimentación, de sufrir determinadas patologías, de nuestra complexión física, de nuestro nivel de actividad, del consumo de fármacos... y podría seguir. ¿Estás segur@ de querer seguir viviendo bajo el yugo de las dietas de adelgazamiento?. Ten además en cuenta que un cuerpo delgado no es necesaria...

¿Llegas con demasiada hambre a la hora de comer o cenar y atacas la comida como si no hubiera un mañana?. ¿Comes cualquier cosa de la máquina de vending de la oficina o recurres al pincho de tortilla del bar cuando te entra la gusa?. Aquí tienes varias ideas de tentempié saludable que puedes llevar en el bolso/cartera y que te salvarán en esos momentos de bajón de energía sin que repercuta negativamente en tu salud: 👉 Cualquier fruta fácil de pelar y que no te pringue mucho al comerla: plátano, mandarinas, cerezas, manzana, arándanos (en un pequeño tupper)... 👉 Frutos secos crudos: nueces peladas, anacardos, avellanas, almendras... 👉 Un huevo cocido. 👉 Unas zanahorias (previamente peladas, claro). 👉 Unos tomates cherry. 👉 Galletas caseras de avena (se hacen en 15 minutos, tienes el link a la receta en mi artículo del blog sobre desayunos). 👉 Palomitas caseras. 👉 Crackers caseros. 👉 Chocolate negro (al menos 85% cacao). 👉 Garbanzos especiados al horno. 👉 Aceitunas. ... ... .....

¿Te preocupa lo que comen tus hijos e hijas?. ¿Quieres proporcionarles una alimentación saludable?.  Pues hay una fórmula que funciona prácticamente siempre (tanto en alimentación como en educación): DAR EJEMPLO. No pretendas que tu hijo/a sea un amante de la fruta y la verdura si nunca te ve a ti comerla, porque ese milagro no va a ocurrir. Me extenderé más en el próximo artículo del blog porque este tema da para mucho... (¡¡muchísimo!!). Y te recomendaré algún buen libro por si quieres aprender aún más (tus hijos e hijas están de suerte si este es el caso 😊).  Hasta entonces puedes hacer dos cosas: dar ejemplo, como ya te he dicho, y nunca, NUNCA, obligarles a comer (lo cual incluye chantajes, premios, castigos, "hasta que no te termines todo el plato", "esta por papá y esta por mamá", etc).  Por favor 🙏.